Dr. Juan Luis Morales Landa.

Investigador Tecnología de Alimentos, Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco, Subsede Noreste. Vía de la Innovación 404. Autopista Mty-Aeropuerto Km 10, Parque PIIT. C.P. 66629. Apodaca, Nuevo León. jmorales@ciatej.mx

Palabras clave: Subproductos agroindustriales; Biocompuestos; Antimicrobianos

El incremento de la población en el mundo, exige un mayor aprovechamiento de los recursos naturales disponibles; mismos que deben ser encaminados para su aprovechamiento sustentable. La industria agroalimentaria genera grandes cantidades de materia orgánica; a las cuales se les denominan subproductos. Sin embargo, la mayoría de estos por su composición química, podrían aportar grandes beneficios para el hombre. No obstante, hoy en día la generación de subproductos sólidos es un problema que exige un mejor aprovechamiento; a fin de sacar un mayor rendimiento económico o cuando menos minimizar los gastos que supone la deposición de los desechos. En la actualidad existe un nuevo reto con relación a la biotransformación de éstos subproductos, que permita buscar una salida integral que contribuya al manejo adecuado, fortaleciendo los productos finales de éstos procesos y minimizando en la medida de lo posible los impactos ambientales que conlleven a la sostenibilidad de estos recursos. Los nuevos procesos se deben idear pensando en convertir estos subproductos eficientemente, en aditivos alimenticios, biocombustibles, nuevos fármacos y otros productos de importancia comercial.

Por citar un ejemplo, la citricultura en México aporta el 15 por ciento de la producción mundial, ocupando el primer lugar en la producción de limón mexicano y persa, el cuarto en la producción de naranja, después de Brasil, Estados Unidos y China. Esto genera la acumulación de grandes cantidades de desechos, aproximados al 60% del peso del fruto, con el consiguiente problema medio ambiental que generan estos excedentes. Sin embargo, industrias como la farmacéutica, de cosméticos y perfumes, alimenticia, de limpiadores, entre otros, demandan de manera creciente, productos que puedan ser obtenidos como derivados del proceso de obtención de aceite esencial de limón y naranja, entre los que se encuentran la extracción de fitocompuestos de interés como polifenoles, pectinas e incluso el uso de las cáscaras para la obtención de bioetanol. Un estudio realizado en la Península de Yucatán propuso el proyecto YUC-2011-C09-169165: Aprovechamiento integral de los subproductos de la industria citrícola del Estado de Yucatán para la obtención de metabolitos de alto valor agregado, apoyado por Fondo Mixto CONACYT-Gobierno del Estado de Yucatán; destacando la extracción de los principales polifenoles y flavonoides con interesante actividad antioxidante y antimicrobiana, a partir de subproductos cítricos generados en la Juguera de Akil, y apoyar en la diversificación de la Unión de Ejidos Citricultores del Sur del Estado de Yucatán (figura 1).

Por su parte el estado de Campeche es el principal productor de marañón (Anacardium occidentale L.) fruto exótico de la región de Brasil donde se obtiene la llamada nuez de la india. Sin embargo, el pseudofruto (también conocido como manzana, pulpa o falso fruto), es dechado por su extrema astringencia y corta vida de anaquel, por lo que actualmente no es apreciado; desechándose cerca del 90% de la producción anual por falta de comercialización. Es por esto, que la incorporación de nuevas tecnologías alimentarias y obtención de compuestos químicos de interés a partir de estos desechos representa una oportunidad importante en el desarrollo de nuevos productos, ya que contiene un elevado contenido de vitamina C, minerales como sodio, potasio, magnesio, zinc, calcio, fósforo, hierro, cobre y de compuestos antioxidantes entre los que se destacan carotenos, flavonoides, además de ser ricos en azúcares. Es por ello que el CONACyT-Gobierno del estado de Campeche, apoyó el proyecto: 126354 “Valoración tecnológica de los subproductos del marañón en el Estado de Campeche”, los resultados más destacados fue la presencia polifenoles, flavonoides y carotenos con actividad biológica antioxidante y antimicrobianas, ideales para la búsqueda de nuevos fármacos y como alternativa en los usos, aplicaciones y aprovechamiento del pseudofruto. Así mismo, gracias a sus componentes químicos y nutricionales se desarrolló una invención con registro MX 2013012004 A ante el IMPI, del proceso para obtener un polvo deshidratado y estabilizado a base del pseudofruto con reducida astringencia que favorece su aceptación al paladar y consumo, alto contenido de fibra, vitamina A y C, propuesto como alimento nutracéutico que conserva las características organolépticas y nutritivas del marañón, que le permite ser utilizado con alimentos sólidos o líquidos para la elaboración de productos alimenticios como panificación, repostería complementos alimenticios, bebidas refrescantes, saborizantes, entre otros (figura 2).
 

Por su naturaleza química, los subproductos agroindustriales son una fuente de nuevas moléculas que pueden ser aprovechadas con fine medicinales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia bacteriana a los antibióticos es uno de los problemas de salud pública más relevantes a nivel mundial asociada al uso inadecuado de antibióticos y se conoce una lista de patógenos prioritarios que al día de hoy son resistentes a los antibióticos existentes, por lo que la búsqueda de nuevos fármacos de origen vegetal permite promover la investigación de nuevos antibióticos contra bacterias de importancia médica: Gram positivas (Staphylococcus aureus, Streptococcus faecalis, Bacillus subtilis, Micrococcus luteus, Listeria monocytogenes); Gran negativas (Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, Serratia marcescens, Salmonella typhi). Los dientes de ajo (Allium sativum L.) y los subproductos de la nuez pecanera [Carya illinoinensis (Wangenh.) K. Koch], como lo son la cáscara y el ruezno, se le han atribuido e identificado interesantes propiedades farmacéuticas; por lo que el aislamiento y purificación de sus componentes químicos a partir de las cosechas producidas en el Estado de Nuevo León, pues representan una interesante alternativa de aprovechamiento integral en trabajos futuros (figura 3 y 4).